martes, 18 de mayo de 2010

PARTE I: Ya va siendo hora!

( TRILOGÍA DE 3X3 CON UN 2X4 ¿Qué es esto? Es una trilogía textual, textual. Trilogía de trilogías. Trilogía de 3 RELATOS. O sea, 9. 3x3 es 9, no? Se trata de 3 relatos que comparten un mismo título. Uno de los tres relatos está escrito por mí. Otro por mi compañero El Bodega. Y el tercero por un artista de la música. En ese orden. Este esquema se repetirá 3 veces.)


1.
Porque el amor va siendo nada. De eso se dio cuenta en la mitad del abrazo en ese autocine antiguo, de esos tan retro que quedan en la ciudad. Son los que tienen guita los que te llevan a esa clase de lugares, así, como haciéndose los pijas pero humildes, con un auto viejo que le pertenecía al papá del papá, al abuelo, cuando era joven. Entonces estos pibes cuentan que papá lo hizo arreglar cuando el abuelo murió, que quedó muy bien restaurado por un amigo de la familia, que ganó concursos de coches de colección en la ciudad de Azul, y otras anécdotas del auto reliquia que hacen quedar bien a cualquier pibe de guita mantenido por los papis.
Y después de todo eso, estando ella ahí sentada en la mitad del abrazo, piensa que bueno, que Francisco es un pibe lindo, rubio, flaco, y que ningún otro novio la llevaría a un lugar de moda como ése, pero que el auto no deja de ser un Falcón Verde. Y que su papá, que es mecánico y de autos sabe mucho, siempre habló mierda de los Falcón Verde.

2.
Nada es como tener 2 caramelos en un blue jean. Por eso, y nada, sin nada más que en esta oportunidad, compraremos un mono para que se ocupe de esa glucosa enjaulada. Ahora que tenemos el mono, nos damos cuenta de que somos grandes. Unos grandes pocos que perdieron la hora, refiriéndonos a la hora como medida de perder el tiempo, porque si no nos enteramos, lo perdimos.
Entonces qué hacer para que unos pocos grandes con un mono y tanto tiempo perdido se encuentren consigo mismos y entre ellos? Desde este lado proponemos una solución: Perdamos los monos.

3.

3 comentarios que comentaron.:

Anónimo dijo...

Lástima que no salió el 3, pero los dos anteriores me agradaron. El primero por la ironía sutil y con ese final un tanto sorpresa, aunque no tanto, pero no interesa la cantidad, sino que el pibe nunca cae en la cuenta de lo que la chica sabe sobre el Falcón Verde. De alguna manera el final también queda abierto, pues no sabemos si a pesar del padre mecánico, la chica aceptará teminar de darle el abrazo al pibe ese flaco con guita. Bien por las múltiples posiblidades.
El segundo me encantó porque es puro absurdo de principio a fin (el remate es de lo mejor); es de los textos que disfruto mucho.

Pedro Aros Castro dijo...

Entretenidos relatos para una noche lluviosa, felicitaciones
saludos

Eme dijo...

jaja los monos... mi hijo siempre me dice que los monos hacen reír y yo le digo que no, entonces cuando salgo a hacer las compras me manda un mensaje y me dice: má necesito que me compres hojas rayadas y un mono que haga piruetas..
y entonces yo me quedo parada como una tarada en el medio de la vereda riéndome y pienso, es verdad los monos hacen reír.

bueno eso, besoss y hasta más ver!