jueves, 19 de abril de 2012

La mejor mitad.

Encontrándose Martina entre las distintas opciones que hacer una vez que saliera de la sede de su facultad en el barrio de Boedo a las 22.30, dudó por un instante entre elegir bien o no hacer nada y sentarse al cordón de la vereda, sacar un libro, un pucho y un café de la cartera. Como esto último era algo que no existía, porque café en la cartera no se lleva entre las personas comunes y corrientes que viven en los barrios del sur, Martina miró el libro (Joyce), recordó la página por la que iba y le dijo “¿Lo querés?” a un nene que estaba a unos metros, mirándola. No contestó, siguió revolviendo un contenedor. Martina entonces vino para mi casa, acaba de tocar timbre y yo ahora le tengo que explicar que me colgué y no cociné nada porque me llamó mi novio y estuvimos hablando como una hora y media por el celular.

1 comentarios que comentaron.:

Jaureche (mal escrito) dijo...

Que onda con joyce, martina y tu novio, los conozco a todos esos pacatos!! jiji!