miércoles, 11 de agosto de 2010

Hago, luego soy, y punto

Levantarse temprano, más temprano que cualquier otra mañana. Tu mamá, tu pareja o tu propia conciencia actúan en contra de tus intereses y te presionan para ir. Te obligan a ir hacia algún lugar, aún sabiendo que te querés quedar. ¡Arriba remolona! Ir para adelante, hacer.
Podés empezar la semana con ánimos de frustración por saber que faltan horas y horas para llegar a un fin. Tus seres preciados te empujaron a arrancar y parecen no notar que esto es una molestia. El principio del fin. El fin del fin. El fin. No. Es el principio. Hay que salir, ir par adelante, hacer. ¿Qué me pongo? Algunas sonrisas, una bufanda roja, talento en la cabeza y guantes de fuerza. Es que el lunes pasa intenso entre queja y queja y pies izquierdos.
Miércoles. Falta poco para el merecido descanso. Eso es lo que querés ver. Antes era el Apocalipsis, ahora es el vaso medio lleno. Lleno de cansancio, discusiones, trabajos. ¡No! Lleno de pensamientos positivos. Una vez más, te intentás convencer. Sólo porque ya estás convencido de que el fin de semana es la gloria. Después de todo, dicen que la realidad es una interpretación, y si interpretás a un elefante rosa subido a tus hombros por algo será. Faltan dos días para merecer tu descanso.
Llueve. Lo único que te faltaba, dirás. Te mentís. Ponerse en víctima es lo más fácil. Te faltan tantas cosas, es la verdad. Pero la lluvia puede ser útil. El agua lava, dice Luis. El agua da vida. Dos litros de agua por día. Pero no se puede tomar la lluvia. Tomarse la vida con calma, apreciar las pequeñas cosas, disfrutar los momentos. Montones de clichés te hacen falta creer. Maldito aquel que te despertó el lunes.
Cinco días hechos, no fue tan malo. Sobreviviste. Sobrevivir es clave y agotador. Sería mejor mutar, que lo necesario para el día a día venga en uno y no requiera de un esfuerzo, sino de un disfrute. Si sobrevivir se simplificara en alguien que superó un tiempo, se podría ver distinto. Vivir por demás. Placer y momentos plenos. Alegría, pasión.
El cambio llega el viernes por la tarde. A las seis y diez precisamente. Ir, venir, salir, estar. Salidas con amigos, tardes de compras, domingos en familia. Pero no es suficiente. ¿Por qué no? ¿Qué se necesita? Necesitas tanto, creés. Es problema tuyo. Justamente, es problema. Mejor sería la vida más allá de la vida. Ser feliz. La realidad la crea uno, la vida también.
Probemos con un cambio de actitud.
Que te despierten siempre, pensás, que no te dejen dormir. Es el principio de algo mejor. Siempre es el principio. No hay fin, porque nada muere, ¿todo se transforma?
Miércoles. Los días son un éxito. Quisieras más tiempo para seguir disfrutando. Esperás que todo pase lento, siempre mantenerte ahí arriba.
Al mal tiempo, buena cara. Cinco días repletos, querés más. Y más llega. Cada momento es momento si lo pudiste percibir. Sentir. Todos son importantes, todos te forman, te transforman, te hacen ser.
Y así, entonces, sabés: vivir es el motivo de vivir.

2 comentarios que comentaron.:

El Zorrodrilo dijo...

Hola, Ce!!!!!!! Tanto tiempo! Muy buena entrada, me encantó...como todas! Te dejo un beso grande!
Alan =)

en ver o símil dijo...

gracias Alán! para mí es medio mala ésta, je... (bastante)