A papá, que cumple años

Pienso..

Ahí iba papá camino a descubrir lo que ya sabía. Ahí iba mientras sonaban, seguramente, esos cuatros muchachos de pelos raros en blanco y negro. Papá escuchaba y cantaba y bailaba y manejaba. Seguro, ahí iba. Ahí iba papá hacia adelante a buscar el futuro, propio, ajeno, el futuro. ¿Qué será de esas palabras? ¿Qué será de estas palabras que gustaron a papá y a otras personas?
Entonces ahí iba él manejando al sucesor del BIG, cuando BIG no son más que las tres letras patentadas del auto que tanto gustó a su hija mujer, después de otro galáctico que tanto más había gustado. Pero esta vez iba solo, y no por eso triste. Solo iba en busca de un sueño, pero compartido, sí, seguramente compartido. Que el orgullo, que las miradas, que las ganas y la actitud, y las charlas, los empujes, las pelotas rotas también, y adelante.
Manejaba, y cantaba lo que escuchaba mientras bailaba. Lo sé porque está en mi memoria, aunque él iba solo. Setecientos kilómetros solo, o con esos cuatro acompañantes de años previos y al futuro agradecer.
Sí que un gracias a papá por ir a buscarlo, vale. Papá recorría, una vez más, la distancia que separaba a Bilbao de Barcelona. Una vez más y mil veces más. Sigue yendo papá, pero no a buscar un premio. Va todos los días, va con su imaginación y busca lo premiado. Lo encuentra, lo premiado.

¿Lo encontrás, Pá? Todavía años por delante.