domingo, 24 de enero de 2010

Sobre un tacho de basura

- ¿Qué hay ahí?- me preguntó.
- Un lápiz masticado, yerba húmeda de un mate con azúcar, cáscaras de pistachos, acero en viruta, pilas sulfatadas, un calendario de 2008 cortado en pedacitos, restos de las necesidades del perro del vecino, medio metro de cable pelado, un cucurucho masticado, cuatro uñas de dedo de pie (sucias), varios boletos de colectivo líneas 45-10-17-24, un trapo rejilla con más agujeros de lo debido, cemento de contacto seco, la patilla de un anteojo rojo, dos bolas de navidad rotas, un poco de pasto largo, mi último ex, la ex de él, y Carlos Menem. -
- Ah, nada que un cartonero pudiera reciclar. -
Coincidimos, y se fue.

2 comentarios que comentaron.:

Anónimo dijo...

muy bueno... la profundidad de lo simple... de lo cotidiano.. la sencillez de lo grande

Pablo Rodríguez Prieto dijo...

Cosas intranscedentes de gran trascendencia.
Como la vida misma.
Cosas que la vida aprendió a reciclar.
Te felicito por la sensillez y grandeza de tu análisis.
Un abrazo